No soy realista, me engaño

No soy realista, me engaño. Una de las cosas que más utilizo en consulta se basa en dos principios: realismo y honestidad.

Realismo y honestidad

Cuando hablo de realismo, me refiero a que las cosas que hay, no son otras. Si se ha roto con la pareja, le han echado del trabajo, ha fallecido un ser querido, o sea lo que fuere. Es lo que hay. No se trata de engañarse uno a sí mismo, por muy dura que sea la pérdida. Pensar de otra manera, no va a cambiar nada de lo que ha ocurrido. Es muy duro, eso sí. No es fácil aceptar el sufrimiento, es verdad. Pero mucho peor no es realista con lo que ha pasado.

La honestidad, es no engañarse, es respetar el sufrimiento de uno mismo. Por muy doloroso que sea este. No es lo mismo beber agua para hidratarse, que imaginarse bebiendo agua. En el primer caso, la persona se hidrata y vive. En el segundo caso, imaginarse bebiendo, simplemente se fallece. La persona tiene que ser honesta con su realidad. 

Historia de los tres hermanos

La Historia de los tres hermanos, es una adaptación de un chiste muy famoso.

Había una vez… tres hermanos esperando su regalo el día de Reyes. Los tres recibieron una caja, cada uno la suya. Y en esencia, lo que había dentro, era lo mismo:

«Heces de caballo»

El primero en abrir la caja era un optimista.

En cuanto abrió la caja, exclamó con cierto asombro: ¡Me han regalado un caballo!. Y se puso tan contento, que empezó a buscar el caballo por la casa.

El segundo en abrir la caja era pesimista.

En el momento de abrir la caja, se puso muy triste, porque pensaba que los Reyes se iban a portar bien, y que le iban a dar un gran regalo, y no esa caca de caballo.

El tercer hermano era el realista.

En el momento en el que abrió la caja, en primer lugar se sorprendió, en segundo lugar  le molestó, Pero cuando lo volvió a pensar para ver de qué manera ese regalo podría darle algún uso. Llegó a la conclusión de que podría utilizarlo como estiércol para abonar una macetita donde tenía plantado un limonero. 

Con esta pequeña historia, es un ejemplo de aceptación para aprender a gestionar de la mejor forma aquello que se presenta en la vida. En resumen, es importante buscar lo que mejor se adapta a la situación y al momento.

No se trata de valorar si es mejor ser optimista, pesimista o realista. Siempre hay otras opciones, otras salidas, otras decisiones a tomar cuando nos vemos sorprendidos por alguna circunstancia.