Trabajo en equipo. Conquistando el Everest

Alfonso Alonso publica en la revista Capital humano un nuevo artículo sobre trabajo en equipo. (Ver pdf de la revista Capital Humano)

Un equipo de trabajo es un conjunto de dos o más personas que interactúan en el tiempo, cooperando con el fin de lograr unos objetivos comunes e individuales, influyéndose mutuamente, y percibiéndose a sí mismas como componentes de un grupo cohesionado.

Para conquistar la montaña más alta del planeta, el entrenamiento que hay que realizar es muy grande. A nivel físico consiste, fundamentalmente, en tener fondo y fortalecer las rodillas. Esto se consigue con rutinas que mejoran el tren superior e inferior. Dicho entrenamiento consiste en hacer bicicleta, realizar subidas ligeras de montaña, escalada de hielo, esquí de fondo en invierno, o cualquier actividad que garantice estar con la forma física adecuada.

Son muchas horas y meses de entrenamiento para estar en las condiciones óptimas. Por si esto no fuera suficiente, hay que cuidar la alimentación y mejorar el aspecto psicológico. Y por último, preparar bien la ruta para conseguir hacer cima.

Mejorar el aspecto psicológico para el trabajo en equipo

Imaginemos por un momento, que tras varios meses de preparación y con la ilusión por hacer cima, nos encontramos en la siguiente situación:

“He estado 20 días en el campamento base del Everest, a unos 5.500 metros sobre el nivel del mar. Por fin he podido subir a campo 1, en donde he podido estar tres días, sin embargo, me ha empezado a doler el pecho de camino a campo 2 . Hay una cordada que va por delante de mí. Me encuentro cada vez peor, no siento las fuerzas necesarias para seguir. Llamo a Bea, la líder de la expedición, para comentarle la situación en la que me encuentro. Las condiciones son extraordinarias en campo 2. Hay un sol radiante, aunque en la cumbre soplan vientos de más de 140 km por hora. Bea me dice que regrese con Alex y Alfon, los cuales se encuentran en unas condiciones extraordinarias para hacer cima, y yo no les quiero fastidiar. Sé que en alturas por encima de los ocho mil se produce hipoxia (falta de oxígeno que provoca alucinaciones, pérdida de memoria y de motricidad fina). También sé que cuando se está llegando a la cima, las decisiones son cada vez más complejas y los errores más críticos.

Al final hablo con Alex y Alfon y decidimos bajar. Es importante tomar la decisión adecuada en el momento apropiado para no comprometer a todo el equipo… Bajo a campo 1 en donde me recupero y después de varios días conquisto el Everest”

Los alpinistas más aguerridos, tienen la capacidad y la constancia para poder conquistar el Everest, es el más alto de los ochomil … a continuación planteamos ochopasos para trabajar en equipo, que consisten en las 7 C + G.

1.- COMUNICACIÓN

Los montañeros tienen que entenderse entre todos. Se trata de hacer un diálogo constructivo y sincero que permite evaluar cada alternativa en beneficio de la seguridad de cada persona y de salvaguardar al equipo. Para ello, hay que tener en cuenta la opinión y valoraciones de todo el equipo, preguntando a todos qué y cómo quieren hacer las cosas.

2.- COORDINACIÓN

Hay que trabajar de forma organizada para que las expediciones permitan la conquista de grandes y recónditas cimas. El nivel de coordinación en un equipo marcará el nivel para realizar una actividad en concreto. Es importante que los miembros de la cordada se conozcan bien, para que cuando se den situaciones complicadas puedan reaccionar de forma rápida. Por ejemplo, cuando el asegurador detecta una situación difícil del primero de cordada, su reacción es prestar toda la atención posible para asegurar al equipo.

El nivel de coordinación aumenta con la experiencia del equipo: “si te vas a escalar la vía más complicada de tu vida, es mejor que no vayas con un desconocido”.

3.- COOPERACIÓN

El trabajo en equipo en montaña ha ido cambiando a lo largo de toda su historia según, la evolución, la técnica de las actividades en montaña y su tecnología. Al principio se colocaban escaleras en grietas y desfiladeros, ayudándose mutuamente para superar los pasos más difíciles y superar dificultades que no podían ser realizadas de forma individual.

Para cooperar hay que mostrarse colaborador y participativo con las decisiones que se toman, así como compartir la estrategia y planificación.

4.- COHESIÓN

En una expedición tiene que existir un objetivo y una motivación común, puesto que si la actividad ilusiona a todos y cada uno de los integrantes del equipo, la ilusión se contagiará y el equipo se sentirá altamente involucrado. Por el contrario, si el objetivo no es compartido por todo el equipo, lo que puede provocar son comportamientos extraños y negativos que desencadenen estrés, malos rollos y un mal clima.

5.- COMPLEMENTARIEDAD

Cada uno de los integrantes del equipo es necesario, para poder realizar diferentes tareas y que la cima sea posible, las tareas pueden ser: portear material al campo base, cocinar, montar los campos de altura o instalar las cuerdas fijas. Puede que en una escalada un integrante de la cordada no pueda realizar los largos más difíciles para escalarlos de primero de cordada, pero tiene que poder escalarlos al menos de segundo de cordada y su compañero responder por él.

Habrá situaciones en donde uno de los miembros no se encuentre en la forma necesaria para abrir huella, en tal caso serán sus propios compañeros los que tengan que hacerlo en su lugar, y de esta forma, suplir las carencias que pueda haber en el equipo.

6.- COMPROMISO

Hay que ser positivo pero siempre consciente de la realidad: se puede morir en la escalada por exceso de optimismo. No se debe de perder de vista la visión objetiva de la meta a conseguir, en donde el compromiso individual y de equipo tiene que estar presente en todo momento, como turnarse a la hora de abrir huella en nieve profunda para que no se produzca fatiga física en un único integrante, o hacer las reuniones teniendo en cuenta los posibles desprendimientos.

7.- CONFIANZA

El equipo debe disponer del material y la preparación necesarios. El material ha de ser acorde a los integrantes del equipo: su nivel, la logística empleada y planificación previa al desarrollo de la actividad. Por ejemplo, el material que utilice un determinado equipo puede ser insuficiente para otro, es decir, un mismo largo de escalada puede requerir 10 piezas de protección para un equipo en concreto, mientras que para otro equipo con mayor nivel técnico con 5 es suficiente. También se puede dar el caso donde el mismo recorrido se puede realizar en unas horas por un equipo y en varios días por otro. Todos estos aspectos tienen que ser valorados para que la confianza sea la adecuada y la correcta.

Si la confianza es mucha, tanto las dificultades como los imprevistos que surjan durante la escalada se convertirán en simples anécdotas, y pueden resultar incluso divertidas.

8.- GENEROSIDAD

Un buen ambiente en el equipo, el fomentar relaciones de éxito, ayuda al equipo a conseguir la meta común. “Hoy por ti y mañana por mí” es el eslogan que promueve una actitud positiva y desarrolla lazos personales y profesionales… gracias a la generosidad de Alex y Alfon pudimos hacer cima.

Como conclusión comentar que trabajar en equipo en la montaña multiplica las posibilidades de éxito a la hora de enfrentarnos a un reto y hará cualquier actividad mucho más agradable y segura, como conquistar el Everest.

 

Incluimos un vídeo que puede resultarte muy interesante sobre trabajo en equipo. Esta vez nos muestran un factor desestabilizador que es la presión.

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