La he cagado. Nunca me lo perdonaré

Quizá debo pedir disculpas por la expresión, «la he cagado», pero soy fiel a los mensajes que me transmitieron en las sesiones. Y este mensaje, lo escucho muchísimas veces.

¿acaso se comentan tales acciones en la vida, como para no poder perdonar nunca? ¿Es posible que haya ocurrido tal desastre como para no permitirte aprender a hacerlo mejor?

Todos cometemos errores, el problema es la cantidad de errores cometidos y lo grandes que son esos errores.

Es importante pararnos a pensar y tomar la decisión de aprender de ellos. Y no optar por el castigo, sino optar por aprender que esos errores no los quiero volver a repetir.

Para ello, lo primero y más importante es:

Darse cuenta de lo que significa «la he cagado»

Ya el simple hecho de ser conscientes de haber cometido un acto o varios actos que no son correctos, es un gran paso. Pero ahora no entres en el castigo y la culpa. Busca cual es el aprendizaje de todo lo que ha pasado, y elabora un plan. Pero antes hay algo mucho más importante que un plan. Sí es el perdón .

Saber perdonar es clave

Es tan importante saber pedir perdón cómo perdonar a otros. Pero mucho más de vital importancia es saber perdonarse a uno mismo por las injusticias, errores o fechorías cometidas. Si de verdad eres consciente de lo ocurrido y quieres ser mejor persona y sentirte mejor, hay que aprender a perdonarse primero.

Entender la desconfianza de los demás

Que los demás desconfíen no es nuevo. A veces han sido tantas veces, que se ha creado una grieta enorme en la confianza, que habrá que trabajar para curarla. Y siempre es posible curar esas cicatrices. ¡No lo tíos!. La primera persona en la que debe confiar eres tu en ti. Si ha decidido cambiar, lo hará. No es fácil al principio, hasta que se convierte en fácil. Entender la desconfianza es el primer paso para comenzar a ganarla

tolerancia a la frustracion

Tolerar que las cosas no salgan como yo quiero, me lleva a la frustración . Una vez en el camino de hacer las cosas bien, puede que no salga lo que tenías planificado. La mayoría de las veces, se produce un gran enfado porque no se consiguen las cosas que uno espera. O porque los demás no me dan lo que yo creo que me tienen que dar. O porque la vida no es justa y soy yo la persona que carga con ello.

Hay que aprender a que no todo sale cómo yo quiero, y eso no significa que sea malo. Significa que hay otras maneras de hacer las cosas y otras opciones que también son válidas. No te enfades cundo algo no salgas cómo tu quieres. Busca mas opciones, seguro que las encuentras.

Valora si realmente eso ha hecho tan grave, no merece tu perdón. Quizá es una gran oportunidad para decidir hacer algún cambio.